Aceleraciones, rectas….puedes encontrar diversa terminología relacionada con el mismo hecho. Correr de menos a más, comenzar despacio e ir aumentando el ritmo, en un espacio breve (de 60 a 100m).
Utilizados para acelerar el pulso (bombeo sanguíneo) y conseguir esa “chispa” que necesitamos.
¿Cuándo se realizan?
Existen dos momentos:
- Después de una sesión de rodaje dónde queremos trabajar esa pizca de velocidad y eliminar esa sensación de pesadez o mejorar nuestra velocidad final.
- Antes de un entrenamiento intenso o una competición para estimular nuestro organismo y prepararlo para dicho esfuerzo posterior.
¿Cómo?
El progresivo cómo he remarcado al inicio es correr de menos a más sobre una distancia relativamente corta.
- Empezamos a ritmo suave y acabamos fuerte, NO A TOPE (cuidado con los piques innecesarios si coincidimos con gente al realizarlos)
- Sobre una recta con una distancia variable de 60 a 100m (no es estricto, debes amoldar tú la distancia que te convenga)
- Entre 4 y 10 repeticiones. Depende mucho del atleta y de encontrar, sobre todo antes de competición, esa sensación de ligereza. No hay que llegar a la fatiga.
- Recupera, según el post del descanso. Esto es, puedes hacerlo con una recuperación a trote suave hasta el inicio del siguiente progresivo (recomiendo esto al final de un rodaje y más en invierno) o parado con breves estiramientos (para entrenos intensos o previos a competición)
http://www.subetudeporte.com/video/los-progresivos/072cb94574
Los progresivos, sobre todo previos a un entreno intenso o a una competición, es importante que nos dejemos llevar por las sensaciones y que recuperemos lo que creamos necesario entre ellos porque lo que queremos es que nos despierten, nos den chispa, no que nos lleven a una fatiga o a un gasto innecesario.
Sino los has metido en tus sesiones de entrenamiento, prueba y me cuentas.