SUPERFICIES DE CARRERA
¿Por dónde correr?
Antes de afrontar cualquier entrenamiento sería necesario reflexionar sobre los terrenos sobre los que solemos correr para que en caso de tener distintas posibilidades a la hora de efectuarlos barajemos los pros y los contras de todas y cada una de ellas y poder elegir con criterios claros cuáles de ellos nos ayudan y cuáles de ellos pueden llegar a «perjudicarnos».
Los impactos que con cada zancada reciben nuestros músculos y articulaciones se ven perturbados por la superficie sobre la que nos deslizamos y esto influye en la estabilidad o inestabilidad de nuestra zancada y por consiguiente aumentar o disminuir nuestra recuperación muscular o el riesgo de una lesión.
Entre las superficies que podemos encontrar a la hora de correr pueden estar:
ASFALTO
Es el terreno más duro y pese que para las competiciones es muy favorable por la poca absorción del impacto, para los entrenamientos es desaconsejable.
Siempre que se pueda evitar para realizar nuestros entrenamientos, debemos tomar otras alternativas. No obstante si es nuestra superficie de entrenamiento habitual lo que debemos hacer es realizar buenos estiramientos después de entrenar.
Por supuesto, cuidar mucho las zapatillas que se van a utilizar.
CAMINOS DE TIERRA (PARQUES)
Suele ser la superficie más recomendable para realizar nuestras sesiones de entrenamiento, pese a que presentan cierta dureza, no llegan a tener la del asfalto y ofrecen cierta amortiguación que hace que nuestras articulaciones, tendones y músculos sufran en menor medida.
Cada vez que hablamos de este tipo de superficie, debemos saber que suelen aparecer irregularidades en el terreno y que por tanto debemos calentar muy bien las articulaciones del tren inferior -tobillos y rodillas-.
CÉSPED
Es una superficie más blanda que las anteriores y suele recomendarse para sesiones tranquilas, para descargar después de series o incluso para el período de inicio después de una lesión.
Es bueno para gente que tenga bastante peso ya que amortigua mucho los impulsos.
CAMPO-BOSQUE
Entendido éste como aquel por el que corremos en naturaleza abierta -trail o montaña- bueno para salir de la rutina y correr más cerca de la naturaleza. Despeja la mente ya que nos evade de la presión de los ritmos y nos ayuda a mejorar la fuerza.
PISTA DE ATLETISMO
Es de utilidad para días de series en los que quieras medir las distancias, o para entrenar a horas en las que ya no hay luz natural. Para el resto de sesiones mejor descartarlo, pues además de su dureza, correr en tartán es muy monótono.
La cintilla iliotibial sufre más de lo habitual por correr en curva y los gemelos-sóleos soportan una carga extra de trabajo.
CINTA DE CORRER // ELÍPTICA
La cinta de correr o la elíptica es un complemento ideal para cuándo nos sea imposible salir a correr en condiciones «normales».
Cuando el clima no acompaña, las horas de luz ya se hayan ido o en períodos de lesión en los que tengamos que eliminar el impacto, se convierten en muy recomendables.
Si se va a utilizar alguna de estas máquinas debemos saber que tanto una como otra poseen inercia adquirida en cuanto nos ponemos en funcionamiento y que en ambos casos pueden ser paliados con un poco de inclinación, en el caso de la cinta, o un poco de dureza en el caso de la elíptica.
Ambos suelen ser más aburridos que «salir a correr» de ahí que recomendemos que sean complementarios y no sustitutivos de la carrera.
«Elige la superficie que quieras, pero lo más importante: corre y disfruta»